La atalaya del monte San Antón es una de las principales del País Vasco. Desde ella se otea toda la costa vasca extendida entre los cabos Higer y Matxitxako. Se observan las embocaduras de todos los puertos de Gipuzkoa, así como de los ubicados en el tercio oriental de Bizkaia. El sistema atalayero del monte San Antón consta de dos puestos de atalayas, uno situado en la cumbre del monte y otro sobre el peñón que se yergue en su extremo norte. Son hoy día visibles la caseta de la atalaya, popularmente conocida como Katxapo, obra del siglo XX, y una pequeña torre de atalaya cilíndrica, situadas en ambos puestos atalayeros respectivamente.
Las atalayas cumplían en el pasado con diversas funciones que resultaban fundamentales para el desarrollo de las actividades económicas de cada localidad. En primer lugar, se observa y se avisaba de la llegada de galernas y tormentas, así como de buques de guerra o corsarios enemigos para que todas las embarcaciones de pesca se refugiaran en el puerto. En segundo lugar se vigilaba la presencia de ballenas y de bancos de peces para que los pescadores acudieran lo antes posible a su captura. La observación de las ballenas fue una función fundamental, sobre todo, durante la Edad Media, ya que su captura constituyó el principal recurso económico que posibilitó la creación de localidades como Getaria. En tercer lugar, se avisaba de la presencia de grandes barcos que pretendían arribar al puerto y que precisaban ser atoados o remolcados, para que los marineros de Getaria acudieran en su auxilio. En cuarto lugar, se contabilizaba el tráfico naval de los restantes puertos de los alrededores con el fin de obtener una información que resultaba de vital importancia para negociar los precios de las mercancías que aportaban al puerto los mercantes extranjeros, en general cereales, legumbres.