El cinturón de murallas construido en Getaria durante la época moderna, con el fin de ampliar el recinto fortificado y adaptar sus defensas a los nuevos métodos de asedio contaba con dos alineaciones principales: el frente de mar, que dominaba el puerto, y el de tierra, paralelo al monte Garate y originalmente precedido de un foso.
Hoy día aun podemos observar, entre los restos del frente de tierra, derribado en su mayor parte a finales del s. XIX, varios elementos de interés
- Un segmento del paño de muralla (o cortina), reutilizado como pared lateral del frontón. La vista más significativa es la trasera, frente a la torre de Aldamar. Allí podremos contemplar una de las cuatro puertas de la muralla de principios s. XVI. Originariamente esta muralla estaba dotada de dos cubos circulares situados cada uno en un extremo.
- El baluarte diseñado por Antonio Gandolfo tras la batalla de Getaria (1638) y terminado a finales del s. XVII. Su finalidad era adecuar las fortificaciones que para principios del siglo XVII evidenciaban ser insuficientes para hacer frente a los avances de la artillería y el peligro que suponía la cercanía del monte Garate, considerablemente sobrelevado en relación a la villa. El baluarte, sí demostró su utilidad frente a las acciones ofensivas padecidas durante la Guerra de la Convención (1794), la Guerra de la Independencia (1808-1814), el asedio carlista de 1835-1836 y la última Guerra Carlista (1872-1876). Hoy aparece desfigurado por las transformaciones que sufriera, desde 1922, para servir de base al monumento a Elkano.
