El encanto de Getaria está en sus vistas, en su costa, su naturaleza, el ambiente idílico de Cantábrico y tradición que lo envuelve. Getaria es como un eterno mirador hacia el océano, uno de esos pueblos de la costa vasca de los que no es nada difícil enamorarse. Mucho se ha discutido acerca de los orígenes de la palabra Getaria. Algunos la consideran derivación de la palabra latina «cetaria», que significa vívero de pescado. Con todo, lo más probable, tal como sucede en la cercana localidad de igual nombre de la costa vasco-francesa, es que provenga de la palabra «cataria», que hace alusión a lugar desde el que se otea el mar.
Getaria es ciertamente una atalaya sobre el mar y a lo largo de todo el municipio hallamos parajes en los que se cuenta con una privilegiada vista sobre toda la costa vasca. Dentro del casco antiguo debemos destacar miradores como el monumento de Elcano, el mirador de Bistaona situada a su pie, o la plaza de Katrapona sobre el frente de mar de las murallas. Además, se disfruta de vistas inmejorables en el monte San Antón, en la aldea rural de Askizu y en el alto de Garate.