Cristóbal Balenciaga, natural de Getaria y sin duda uno de los creadores más revolucionarios e influyentes de la historia de la costura, nació en esta modesta casa de la calle Aldamar. Era hijo de José Balenciaga Basurto y Martina Eizagirre Enbil, modista que trabajaba, entre otras, para la familia Aldamar, Marqueses de Casa Torres, que ayudarían a Balenciaga en los inicios de su carrera.
Su casa natal responde a las características típicas de las viviendas de pescadores de finales del siglo XIX. Se trata de un edificio muy sobrio, construido en mampostería, con vanos de reducidas dimensiones y sin apenas motivos decorativos. Consta de planta baja y tres alturas. Balenciaga abandona su primer hogar ya en 1907. Desde entonces residirá en San Sebastián, donde dará sus primeros pasos en el mundo de la moda en algunas de las principales sastrerías de la capital guipuzcoana.
Desde 2011, un museo con sede en el cercano palacio de los Aldamar, recuerda la figura y el legado creativo de Balenciaga.